Has llegado hasta este artículo con un propósito.
Quieres aprender maneras de manejar los conflictos que pueden surgir en tu equipo de manera efectiva.
Y es que este tipo de conflictos, al final, son inevitables, pero no tienen por qué terminar con la estructura de la empresa.
Gracias a una buena gestión de conflictos es posible mejorar la comunicación, la productividad y el ambiente de trabajo.
Pero, claro, ¿cómo lo consigues?
Quédate para descubrir diferentes consejos y estrategias que te permitirán manejar conflictos en un equipo y prevenirlos en el futuro.
Tal vez, en el pasado, en las empresas no se les prestara demasiada atención a los conflictos dentro de un equipo.
Eran «cosas que pasaban» y se dejaba correr mientras no afectará a la forma de trabajar.
Pero la realidad es que es fundamental manejar conflictos en un equipo, dado que si estos no se resuelven de manera adecuada, pueden afectar a la productividad y al desempeño del equipo en general.
También se pueden encargar de generar un ambiente de trabajo tóxico y desmotivador… y todos sabemos a lo que esto lleva: pérdida de talento y rotación de empleados.
Mientras que si los conflictos se manejan de manera efectiva, es posible mejorar la comunicación, la colaboración y la creatividad en el equipo.
¿Por qué? Porque son capaces de generar nuevas ideas y perspectivas… siempre y cuando se resuelvan de manera adecuada.
Antes de poder manejar los conflictos en un equipo, es importante que seas capaz de identificarlos.
A continuación, te presentamos algunos de los tipos de conflictos más comunes que pueden surgir en un equipo:
Vamos a verlos uno a uno.
Este tipo de conflicto se produce cuando dos o más miembros del equipo tienen personalidades diferentes que pueden chocar entre sí.
Puede ser que un miembro del equipo sea más introvertido y otro más extrovertido, lo que puede generar conflictos de comunicación y trabajo en equipo.
Cuando dos o más miembros del equipo tienen objetivos o intereses diferentes… estamos ante un problema, porque se puede desencadenar este tipo de conflicto.
Por ejemplo, imagínate que un miembro del equipo puede querer completar una tarea rápidamente, mientras que otro miembro quiere tomarse más tiempo para asegurarse de hacerlo bien.
El roce es inevitable si no se llega a una resolución temprana.
¿Tus empleados compiten por los mismos recursos?
No importa si se trata del tiempo, el presupuesto, el espacio físico u otro, pueden saltar chispas en cualquier momento.
A veces sucede.
Si hay ambigüedad o solapamiento en los roles y responsabilidades de los miembros de equipo, pueden generarse este tipo de conflictos.
Tan solo imagínate que una persona siente que otra está invadiendo su área de responsabilidad… puede arder Roma.
Esto es bastante común, aunque no lo parezca.
Cada persona es un mundo y es muy probable que cada uno tenga unos valores o creencias diferentes que pueden entrar en conflicto.
Y para evitar esto y el resto, necesitas conocer algunas de las estrategias que existen.
Mira.
Cuando tienes claro cuál es el conflicto que se está cociendo en tu equipo, es hora de saber cómo manejarlo.
Existen multitud de estrategias que puedes utilizar, pero nosotros te dejamos algunas que, tal vez, te interesen:
¿Te quedas a conocerlas todas?
La comunicación es clave en la resolución de conflictos.
Es importante que los miembros del equipo puedan expresar sus opiniones y sentimientos de manera clara y respetuosa para que todos vean que son escuchados.
Asegúrate de que existan espacios de comunicación abierta en los que los miembros del equipo puedan hablar sobre sus preocupaciones y puntos de vista.
Si los miembros del equipo no se sienten cómodos hablando en un entorno grupal, considera ofrecer sesiones de retroalimentación individuales, te sorprenderá lo bien que funcionan.
Trata de ponerte en el lugar del otro miembro del equipo y trata de entender su perspectiva.
Esto te ayudará a encontrar una solución que sea beneficiosa para ambas partes.
No solo tú, como parte de la mediación, sino también por parte de los afectados. Trabajar la empatía es crucial para una buena resolución de conflictos, ya que reduce las tensiones y mejora la relación entre los miembros del equipo.
Esto suena muy fácil, pero… buscar una solución en la que ambas partes se sientan cómodas es muy útil.
En lugar de buscar un ganador y un perdedor, busca una solución en la que todos ganen.
Considera diferentes soluciones y trata de encontrar una solución que satisfaga las necesidades de todos los miembros del equipo.
Una vez que hayas encontrado una solución, asegúrate de que se implemente de manera efectiva y de que todos los miembros del equipo estén comprometidos con ella.
Si los conflictos son particularmente difíciles de resolver, puedes considerar la opción de utilizar un mediador profesional para ayudar en la resolución de los mismos.
Un mediador es una persona neutral que puede ayudar a facilitar la comunicación y la negociación entre los miembros del equipo y que te puede hacer la vida mucho más sencilla en esos momentos.
Aprender a manejar los conflictos está genial, pero si puedes prevenirlos te ahorrarás más de un disgusto.
Por eso, te recomendamos algunas estrategias para que puedas evitarlos desde un principio:
Te las explicamos a continuación
Fomentar la colaboración entre los miembros del equipo puede ayudar a prevenir conflictos.
Porque, entre otras cosas, la colaboración puede mejorar la comunicación, reducir el estrés y mejorar la productividad.
Asegúrate de que los miembros del equipo tengan la oportunidad de trabajar juntos y de que se sientan cómodos compartiendo sus ideas y perspectivas.
(Y hacerlo desde el principio) puede ayudar a prevenir conflictos en el futuro.
Asegúrate de que los miembros del equipo comprendan cuáles son sus roles y responsabilidades, y qué se espera de ellos.
Esto puede ayudar a reducir la ambigüedad y a prevenir conflictos que surjan por una falta de claridad.
Anima a los miembros del equipo a trabajar juntos para encontrar soluciones creativas y efectivas.
La resolución de problemas en conjunto puede mejorar la colaboración y la comunicación en el equipo de manera mucho más eficaz de lo que te puedes imaginar.
Pero lo mejor de todo es que este tipo de actividades las puedes unir todas en una única: el team building.
Hacerlo con profesionales externos evitar sentirte el instructor e intermediario, pasando a formar parte del equipo y que te vean como uno más de éste.
Si quieres más información sobre este servicio, haz clic aquí y te lo contamos todo.