El mundo está cambiando y la manera de organizar una empresa de manera jerárquica también.
Ya no nos sirve la gestión autoritaria del tradicional jefe. Se ha quedado obsoleta.
Actualmente existen 5 tipos de liderazgo empresarial que puedes aplicar desde hoy mismo a tu negocio y que te ayudarán a que crezca hasta alcanzar tus objetivos. ¿Te vienes a conocerlos?
Al contrario de lo que mucha gente piensa, cualquier persona puede desarrollar la habilidad del liderazgo empresarial.
Está relacionada directamente con la figura del líder, que no tiene por qué estar relacionada con la del jefe porque, a pesar de lo que muchas personas creen, no son lo mismo.
El jefe utiliza su rango y su poder para ejercerlo de manera autoritaria y unidireccional.
Mientras que el líder motiva a los empleados y los dirige sin imponer sus ideas.
Es por ello que un buen liderazgo empresarial ejerce sus funciones basándose en tres puntos clave:
Este estilo de liderazgo es fundamental porque permite delegar tareas, fomentar el crecimiento y potenciar a los empleados.
Pero para poder lograrlo, es imprescindible que conozcas los diferentes tipos de liderazgo empresarial para descubrir con cuál te sientes más a gusto para aplicarlo a tu empresa.
Un buen liderazgo empresarial conlleva una serie de ventajas que tal vez te interese tener en cuenta para tu propio negocio.
¿Cuáles son?
¿Eras consciente de ellos? Porque ahora puedes conocer cuáles son los tipos de liderazgo que te ayuden a lograrlos.
En la actualidad existen 5 tipos de liderazgo empresarial.
Cada uno de ellos tiene sus propias consecuencias, ya sean laborales, psicológicas y sobre el propio trabajador.
Es por ello que conocerlos y diferenciarlos es tan importante:
Vamos a verlos uno por uno a continuación.
Este tipo de líderes trabajan en positivo y confían en lo que saben hacer sus empleados.
Son conscientes de que sus trabajadores están preparados para desempeñar sus tareas ya que, de no ser así no se las habrías pedido.
Como su propio nombre indica, se les «deja hacer».
Por ello, se caracteriza por dar libertad a los empleados para que realicen las tareas como más práctico les resulte.
Lo que cuenta aquí son los resultados y no el procedimiento.
Pero, ojo, esto no quiere decir que se mantengan al margen, sino que aconsejan y orientan pero no imponen su criterio.
La consecuencia principal es que aumenta la motivación del equipo y se vuelven más eficaces.
Los líderes que apuestan por esta tipología son defensores de la relevancia de la implicación de sus empleados.
Promueven la participación y generan en ellos un entusiasmo peculiar ya que, cuando dan sus opiniones, son tenidas en cuenta.
Aquí se huye de las actitudes autoritarias y tira más hacia estimular la comunicación interna.
El trabajo en equipo adquiere mucha importancia y las opciones de todos y cada uno de ellos.
Sí, la decisión final recae en el responsable, pero ejecutar este tipo de liderazgo implica una visión más amplia y una mejora en ella.
Este tipo de liderazgo es la antítesis del que acabamos de ver.
En este tipo, los jefes son los que ostentan y demuestran su poder sin que nadie pueda mostrar disconformidad con las decisiones.
Tampoco está permitido expresar opiniones.
Este tipo de liderazgo es negativo, no solo porque recuerda a un estilo dictatorial, sino también porque genera estrés, baja autoestima o reducción de la productividad en los empleados.
Aquí el jefe manda y los trabajadores acatan órdenes.
Y, por lo tanto, su comunicación es unidireccional.
En otras palabras: huye de este tipo de liderazgo.
Este tipo de liderazgo funciona gracias a una serie de transacciones.
Se basa normalmente en el intercambio de incentivos económicos.
Se recompensa el trabajo bien hecho o la consecución de sus objetivos.
En este tipo de liderazgo, ambas partes salen beneficiadas: por un lado el trabajador gracias a que ve su esfuerzo recompensado y, por otro, el líder motiva a sus subordinados consiguiendo un crecimiento en las ventas y los ingresos.
Es un estilo bastante positivo ya que aumenta el sentimiento de pertenencia a la empresa, la productividad, el clima laboral y los beneficios económicos.
Todos ganan con este tipo de liderazgo.
Por último, el líder transformacional se centra en el capital humano de la empresa.
En otras palabras: sus trabajadores.
Es consciente de que la transformación solo es posible gracias al compromiso de los trabajadores.
Confía en ellos y permite una comunicación fluida con los jefes.
En este tipo de liderazgo se fomenta la creatividad y participación de todos los miembros de la compañía. No se tiene miedo a afrontar riesgos y se trata de motivar y estimular a los empleados gracias a una confianza bidireccional.
El liderazgo empresarial no solo se ve reflejado en el día a día en la oficina.
También se pueden obtener resultados gracias a las técnicas de Team building.
En Human Towers trabajamos para potenciar el liderazgo y compañerismo de manera sana gracias a figura dels Castells y los castellers. Si te gustaría empezar a trabajar en una mejor comunicación que te permita conseguir las metas deseadas con tu equipo de trabajo, solo tienes que escribirnos haciendo clic aquí y nosotros te daremos toda la información que necesites.