Si cualquiera de nosotros se preguntara cuál es el activo más importante de una empresa, lo tendríamos claro.
El talento humano.
Ese es el motivo por el que los líderes de una organización emplean tanto tiempo, esfuerzo e, incluso, dinero en encontrar la vía para que todos los miembros del equipo estén comprometidos con la meta.
Si lo consiguen, llegarán resultados. Si no, habrá que buscar la manera de motivar el equipo de trabajo (en ocasiones, mucho).
De cómo lograrlo de manera efectiva, hablamos en este artículo.
Pero antes de continuar, recuerda que si al acabar de leerlo tienes cualquier pregunta, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de este formulario y responderemos cualquier duda que tengas.
Todos estamos de acuerdo en que un equipo es algo imprescindible para hacer crecer nuestra empresa.
De hecho, está demostrado que los negocios que invierten tiempo, esfuerzo y dinero en unir al equipo y en hacerles sentir que si la empresa gana, ellos también (políticas de incentivos, por ejemplo), consiguen mejores resultados.
Pero una cosa es decirlo y otra muy diferente construir un espacio en el que todo funcione de la mejor manera.
Por eso en este artículo hemos preparado las claves más importantes para asegurarnos de que puedas replicar los secretos de los negocios de éxito en tu propia empresa.
Aunque nos encantaría que nuestro equipo hiciera todo tal y como lo tenemos en la cabeza, esto es sencillamente imposible.
No solo son personas con grandes ideas que debemos escuchar, sino que debemos recordar algo importante.
No son robots.
Tendrán días buenos y días peores. Y es importante que sientan que estamos a su lado tanto en lo primeros como en lo segundos.
Este es uno de los errores que se comete de manera más habitual.
Los seres humanos tendemos a señalar aquello que no se ha hecho correctamente y a normalizar todo lo que se hace bien.
Sin embargo, cuando entramos en una dinámica en la que damos por supuesto que todo sale bien, el equipo pierde la motivación.
Por eso es importante que tengamos la tendencia de felicitar el buen trabajo para que cada uno de ellos sienta que lo que hace importa.
No hay nada que genere más crispación en un equipo que sentir que no van a ninguna parte.
Cuando el capitán del barco da bandazos con los objetivos, es normal que los presentes sientan que su trabajo no merece la pena.
Pero cuando marcamos de forma clara y sencilla las metas de cada una de las acciones que realizamos y también la propia evolución profesional de cada miembro del equipo, el compromiso es mucho mayor.
Puede que digamos que el dinero no da la felicidad, pero importa de verdad en una relación profesional.
En algunos casos será más o menos importante, pero que está ahí es un hecho que no podemos obviar.
Mientras que un salario a la altura es uno de los factores más motivadores y fidelizadores que existen, uno malo puede ser el motivo para marcharse sin mirar atrás.
Trata de identificar lo bien o mal pagados que se sienten tus empleados y toma cartas en el asunto en caso de que sea necesario.
Nada destruye de manera más rápida la moral de cualquier equipo que no confiar en la persona que les lidera.
Es muy importante que la persona que está al frente del equipo cumpla siempre con lo que predica.
Sea lo que sea aquello que se le exige a las personas que nos acompañan en esta aventura, tenemos que ser los primeros que lo cumplen a rajatabla.
La única manera de que alguien se sienta cómodo en una empresa es que pueda pensar en que tiene oportunidades para llegar más lejos.
Ese potencial progreso será parte de lo que le motive a diario para hacer las cosas de la mejor manera posible.
Y por ello es tan importante ofrecer las oportunidades de formarse y mejorar sus habilidades para que puedan aspirar a esos puestos profesionales.
Uno de los problemas que cometemos al delegar el trabajo en nuestro equipo es pedirles que realicen una tarea, pero no permitirles asumir la responsabilidad sobre la misma.
Es muy importante que la persona se sienta preparada para gestionar todo lo que está alrededor del objetivo y no sentir que simplemente está cumpliendo órdenes.
Cuanto más valioso se sienta en el equipo, más probable será que realice sus acciones correctamente.
Un fallo habitual de muchos líderes es sentir que los ambientes profesionales se construyen solos.
Pero no es así.
Si queremos crear un contexto en el que, de verdad, se potencie el trabajo de equipo y se puedan conseguir mejores resultados, debemos empezar, precisamente, por ser nosotros los que propongamos situaciones que generen ese ambiente.
Te lo adelantábamos más arriba, pero nunca se nos puede olvidar que detrás de cada profesional de nuestro equipo hay una persona.
Y esa persona no solo tiene en su cabeza lo que está pasando en el trabajo, sino que le pueden suceder mil hechos diferentes.
Por ese motivo es tan importante que aprendamos a mostrar una empatía que llegue al aspecto personal.
Si somos capaces de demostrarles que cuando tienen un problema pueden acudir a nosotros, ¿por qué no darían el 100% por el equipo?
Aunque las felicitaciones siempre es importante ofrecerlas en público, las correcciones lo mejor es que sean en privado.
Puede que lo hagas con la mejor intención posible, pero el equipo no lo tomará siempre de esa manera.
Por eso es tan importante que tengamos esa empatía de hacerlo sin que se sientan atacados.
Ahora nos gustaría que te hicieras esta pregunta.
¿Estás siguiendo alguno de estos 10 puntos claves para gestionar el talento y la motivación de tu equipo o simplemente estás esperando para ver qué ocurre?
Si necesitas dar un golpe hacia delante en la manera en la que gestionas todo este proceso, podemos ayudarte. Escríbenos un mensaje y nos pondremos manos a la obra con tu caso concreto.